lunes, 4 de febrero de 2013

Los vicios del lenguaje


El diccionario en línea de la Real Academia Española define la palabra “vicio”, entre otras acepciones, como: “Defecto o exceso que como propiedad o costumbre tienen algunas personas, o que es común a una colectividad”. Los vicios en el lenguaje, ya sea hablado o escrito, de deben básicamente a la costumbre de repetir lo que escuchamos sin reflexionar en el significado de las palabras.

Se conoce como pleonasmo a la redundancia de palabras. Este vicio del lenguaje consiste en agregar dos o más palabras de igual sentido en una misma frase u oración:
Súbete para arriba.
Bájate para abajo.
Métete para dentro.
Salte para afuera.
Subir, bajar, meterse y salir son palabras que, semánticamente, tienen una carga en la que está implícito el arriba, el abajo, el dentro y el afuera.

Existe un pleonasmo clásico conformado por las conjunciones adversativas: mas, pero y sin embargo. La combinación de dos o más de estos elementos es un recurrente error en algunas personas, por ello deben de evitarse el “mas sin embargo”, “pero sin embargo” o “pero mas sin embargo” aunque se escuche “muy sofisticado”. Recordemos que “mas” cuando no lleva acento equivale a “pero”.

Aunque en términos estrictamente semánticos la frase: ¡Lo vi con mis propios ojos!, puede considerarse un pleonasmo, las Academias de la Lengua Española la aceptan y explican que su construcción le da más fuerza a la expresión.

Los medios de comunicación no escapan a estos vicios:
Golpeó a puñetazos a su mujer.
El cadáver fue encontrado muerto en el interior de su auto.
El muerto yacía sin vida sobre el asfalto.
Fueron rescatados los muertos que fallecieron al derrumbarse el edificio.
El occiso, fulano de tal, murió calcinado.
Murió asesinado.
Metió autogol en su propia portería.
Fuegos pirotécnicos.
Estas son sus obras póstumas, para publicar después de su muerte.
La cuestión del desarme no se arreglará antes de un lustro completo de cinco años.
Con los antibióticos se cree haber descubierto la panacea universal que cura todos los males.

Otro vicio que tenemos en el lenguaje es la muletilla, esa voz o frase que se repite mucho por hábito en un interlocutor:
Me explico.
Me entiendes.
Aja.

Los vicios son superables, solo es cuestión de reflexionar antes de hablar.

Twitter: @gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx/

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