lunes, 28 de enero de 2013

El software soñado


En el año de 1989, Microsoft lanzó al mercado el programa de Office en el cual se incluía a Word y Excel. A partir se ese momento, la máquina de escribir comenzó a ser sustituida por esta maravilla de la ciencia, y el nombre “Olivetti” fue desapareciendo.

Lo interesante del Word (además de la facilidad de poner sangrías, pies de notas, citas, etcétera) era que contaba entre sus funciones con un corrector ortográfico y gramatical. ¡Adiós a las faltas de ortografía! ¡Por fin se podrá escribir un texto sin errores! ¡Llegó su fin Academias de la Lengua Española! Sin embargo, nada de lo anterior se cumplió.

Muchas personas creen que el corrector de textos en su equipo de cómputo los va ha librar de errores y que no será necesario aprender reglas ortográficas ni sintácticas para escribir. Pues no, en realidad el corrector en los programas no es la panacea de esos problemas.

El corrector es una herramienta importante que ayuda a detectar los errores ortográficos, pero muy pocas veces los sintácticos. En palabras como: “mas” y “más” o “habito”, “hábito” y “habitó” el corrector no distingue claramente el contexto en que se están usando y las considera todas correctas. El contexto le da validez a las palabras y es en este punto donde Word falla. Si el autor de un escrito pone: “El pollo es una fuente importante de ácido fálico”, el programa no alerta de un error y todos conocemos la diferencia entre “fólico” y “fálico”.

Lo que quiero decir es que esta herramienta sí ayuda para mejorar los escritos, porque da referencia y propone, sin embargo, el noventa por ciento de la responsabilidad para que el texto no tenga errores es de quien redacta.

Sin duda, ha habido grandes avances desde la última versión de Office, pero aún no se logra la perfección y ante ello no queda más que aprender un poco más de ortografía. 

Si algún día Microsoft o cualquier otra empresa similar llega a crear un programa “ortosintáctico” perfecto, entonces estaríamos viendo uno de los mayores avances científicos de nuestra era; pero mientras eso llega, siempre habrá quien pueda apoyarlo para corregir sus documentos.

Twitter: @gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx/

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