lunes, 21 de enero de 2013

Tabú y eufemismo


Tabú es una palabra polinesia que el capitán Cook introdujo al inglés y de ahí paso a otras lenguas y significa cosa prohibida. Hace referencia a personas, animales lugares y, por supuesto, a palabras. En nuestra cultura, tabú puede ser sagrado, misterioso, peligroso, prohibido o inmundo. Los tabúes se hayan comprendidos en tres grupos según su motivación sicológica: al miedo, sentimiento de delicadeza y, por último, decencia y decoro. El eufemismo es el modo de expresar con suavidad y decoro ciertas ideas. En cierto modo el eufemismo viene a ocupar el lugar de la palabra tabú.

Retrete es una palabra tabú que provienen del latín “retractus” y originalmente se refería a un cuarto pequeño para retirarse, pero ahora se llama así a la instalación para orinar y evacuar el vientre. En un lugar público, difícilmente preguntaríamos: “Disculpe, joven ¿dónde está el retrete?”. Por ello se ha creado eufemismos como: WC (watercloset), toilette, lavamanos, tocador, y baño como el más usado.

Los padres de familia son prolíficos creadores tanto de tabúes como eufemismos para referirse a lo sexual cuando hablan de ello con los hijos. Pollito, pajarito, cosita, dedito, florecita, pitito, son algunas formas con las que denominan al aparato reproductor masculino o femenino. También al referirse a cuestiones escatológicas: pipí y popo.

La palabra “amante”, en antaño era de uso corriente pero se volvió tabú en la actualidad. El amante era alguien enamorado de la mujer; ahora se refiere a un amor ilícito. Decir que fulano es amante de zutana, resultaría ofensivo para la familia de la muchacha, por eso mejor decimos que son novios.

En relación con la unión sexual, cuando hay coito dicen ahora “hacer el amor”. No es raro que un niño le diga a su papá: ¡Mira, apá, uno perros haciendo el amor! Antiguamente hacer le amor era cortejar a la mujer, y por supuesto, no existía connotación sexual. Piense que pasaría si el novio le dice al padre de la muchacha: “Señor, quiero hacer el amor con su hija”.

Actualmente la obesidad y el sobrepeso está considerada una pandemia en nuestro país. Es muy recurrente el uso de eufemismos para esconder la realidad: gordito, llenito, robusto, pachoncito.

Términos como viejo o anciano para algunas personas resultan despectivos y hasta ofensivos, por ello usan “adultos de la tercera edad”, “adultos en plenitud” o “adultos mayores”. Sin embargo, estos eufemismos son no recomendables por cuestiones sintácticas.

En el 2000, el presidente Vicente Fox Quesada utilizó el término “personas con capacidades diferentes” para referirse a quienes viven con desventaja física, intelectual o sensorial con respecto al resto de la población. Este término carece de fundamento etimológico, médico y legal porque en el 2006 fue sustituido por el de “discapacidad” en el artículo primero de nuestra constitución. Para algunas personas, el término “discapacidad” puede ser peyorativo, pero se recomienda usarlo ya que es una palabra aprobada en consenso por la Organización de las Naciones Unidas. Los que nos corresponde a nosotros es superar el aspecto negativa que se le impuso para referirse a este grupo de personas, quienes merecen todo el respeto y la compresión de los demás.

Hay palabras tabú que por creencias religiosas no se pueden pronunciar. A los judíos no les estaba permitido referirse directamente a Dios; utilizaban en su lugar la palabra “señor”.

Por miedo, respeto o cortesía, los tabúes seguirán existiendo, claro que irán cambiando conforme a las generaciones.

Twitter: @gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx/

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