martes, 1 de abril de 2014

Los riesgos del desdoblamiento del lenguaje


Mucho se ha insistido en que sobrecargar el lenguaje hablado y escrito con sustantivos y artículos para hacer visible a la mujer contraviene las reglas gramaticales; recordemos que el uso genérico del masculino en las palabras para referirse a mujeres y hombres es aceptado como norma. Aunque sí podemos sustituir palabras en frases u oraciones predominantemente androcéntricas, por ejemplo “El hombre ha evolucionado a través del tiempo” por “Los seres humanos han evolucionado a través del tiempo”; “El mejor amigo del hombre es el perro” por “El mejor amigo de las personas es el perro”, “María Helena Hernández de Covarrubias” por “María Helena Hernández Lezama”; “Angélica Rivera de Peña” por “Angélica Rivera Hurtado”. El desdoblamiento del leguaje tuvo mayor auge en los gobiernos perredistas. Actualmente se ha reducido este uso en los comunicados de prensa.

El desdoblamiento léxico se debe usar solo en casos que el contexto lo exija: “Los mexicanos son más propensos a sufrir un ataque al corazón que las mexicanas, según reveló un estudio reciente”.

Ahora bien, muchos políticos siguen usando “las y los” o “mexicanas y mexicanos” como una forma de congraciarse con las mujeres, sin embargo, esto puede ser contraproducente si no se maneja adecuadamente.

Los políticos al tratar de ser “incluyentes” corren el riesgo de excluir a las mujeres porque los discursos con desdoblamiento léxico son artificiales y resulta complicado su manejo, además de que dicho lenguaje no está integrado a su hablar cotidiano. Tomemos como ejemplo el acta de la sesión pública ordinaria del Congreso del Estado de Baja California Sur del jueves 20 de marzo de 2014, en la que el diputado Omar Antonio Zavala Agúndez inicia su discurso así:
“Muy buenos días. Dip. Guadalupe Olay Davis presidenta de este Honorable Congreso del Estado de Baja California Sur; amigas y amigos de los medios de comunicación; miembros de éste poder que hacen posible el quehacer legislativo; distinguido auditorio; compañeras diputadas y compañeros diputados”.
Observamos que usa palabras de ambos géneros para referirse al sexo de los presentes con la idea de no excluir a nadie en el discurso que pronunció sobre Luis Donaldo Colosio Murrieta. Sin embargo más adelante dice: “A todos nos duele su ausencia, pero nos une su legado…”, en este apartado no incluye a las mujeres, porque omite a “todas”. Después continúa: “Entre todos los mexicanos, Colosio sigue presente por su palabra franca…”, omite de nuevo a las mexicanas. Más adelante expresa: “… su gran legado de visión de un México mejor para todas y todos los mexicanos…”, bien, porque fue incluyente. Pero después afirma: “… es de resaltarse, por supuesto el gran discurso que pronunció el 6 de marzo de 1994, ante miles de mexicanos en el zócalo de la ciudad de México”, lo que hace suponer que no asistieron mujeres a dicho mitin. Y casi al concluir expresa: “… porque Colosio nos pertenece a todos los mexicanos. Por eso, al rendir tributo a su memoria y recordar sus valores, con orgullo afirmamos: ¡Colosio vive en los corazones de familiares, de amigos y de los mexicanos que compartimos sus ideales y valoramos su ejemplo!”, excluye a las mexicanas y a las amigas.

Entiendo que la intención del diputado Omar Zavala no era la de excluir a nadie, sin embargo al hablar así se corre ese riesgo. Lo recomendable es no usar el desdoblamiento del lenguaje, pero si se insiste en ello más vale revisar minuciosamente el texto para evitar dejar afuera a alguien “sin querer queriendo”.

Twitter: @gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx/

3 comentarios:

  1. Ya es hora de que quienes tengan preocupación por la Lengua y se esfuercen por preservarla en buenas condiciones, apliquen y difundan lo que Ceja García apunta en este artículo. Está muy claro que, de hace unos años a esta parte, la intención de los políticos cuando se refieren continuamente a "ellos y a ellas", es congraciarse con el público femenino y no perder adeptos en caso de las damas se sientan excluidas. Caen en dos errores: el de malinterpretar el "masculino genérico" y el del desdoblamiento léxico (del que nos habla Ceja García), al no utilizar durante el total de su discurso una forma coherente de dirigirse a sus oyentes. Debería evitarse el absurdo de establecer permanentemente la distinción de sexos. En países con idiomas que no incluyen dicha distinción (sin ir más lejos, el inglés), ninguna mujer se siente discriminada. ¿Por qué, entonces, desvirtuar nuestro idioma, cuando no está en su naturaleza hacer segregaciones sexistas? Esto es algo sobre lo que tendrían que reflexionar y aprender hombres y mujeres, amigos y amigas, mexicanos y mexicanas, compañeros y compañeras, estimados y estimadas, todos y todas, "presentes y presentas", "colegos y colegas", "etcétero y etcétera"... ¡Bravo, Gerardo! Tal vez, con perseverancia, algún día se logrará que el habla vuelva a su cauce normal, sin que lo deformen reivindicaciones sin sentido... GARY

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  2. Ese problema está tan arraigado que es difícil de combatir.Buen artículo. Digno de compartirse.

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  3. Felicidades por su artículo compañero Gerardo, es de gran valor para quienes hacemos uso diario de la escritura y además publicamos en medios informativos. Utilizar el lenguaje correcto es una preocupación personal y siempre se aprende de quienes le han dedicado tiempo al aprendizaje de nuestro idioma español. Saludos.

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