lunes, 16 de septiembre de 2013

Los estadounidismos

Las particularidades de los idiomas se dan por distintos factores, uno de ellos es por la influencia de otras lenguas, por ejemplo en México muchos vocablos, giros y modo de hablar se derivan del náhuatl y son palabras bien formadas que pertenecen a la lengua culta. Lo anterior se conoce como regionalismos y cada país los tiene, sin embargo, fuera de su contexto nacional es recomendable hacer las precisiones correspondientes, porque puede causar confusión si no se conoce su equivalente.

Lo regionalismos se identifican con el nombre de cada nación: mexicanismos, peruanismos, colombianismos y más recientemente los estadounidismos en español. La lengua de Cervantes ha tenido un crecimiento excepcional en la tierra del Tío Sam y se pronostica que en el 2050 este país llegará a ser la primera nación hispanohablante en el mundo. El español en Estados Unidos lo norma la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) que se fundó en 1973 y cuya sede está en Nueva York.

Los estadounidismos son palabras formales propias de esa nación americana, influenciadas por el contacto del inglés y que nada tienen que ver con el espanglish, el cual no es una lengua sino un modismo que el diccionario de la Real Academia Española define como “modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos, en la que se mezclan, deformándolos, elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés”.

En la Unión Americana, como en todos los países hispanoparlantes, usan un español estándar apegado a las normas generales de ortografía, gramática y sintaxis. Oír o leer estadounidismos a través de los medios de comunicación hispanos puede resultar confuso para cualquier persona no nativa o sin el nivel de adaptación adecuado: “En Los Ángeles se realizó la parada del cinco de mayo”; “El Departamento de Justicia dijo no saber nada sobre el operativo «Rápido y furioso»”; “La deuda de Estados Unidos es por varios trillones de dólares”; “Miles de personas aplican para el trabajo”, “Muchos inmigrantes pueden resultar elegibles con la propuesta de Obama”; “Debajo de la carpeta fue encontrada el arma”; “Los lesionados fueron llevados a emergencias”; “Miles de CDs fueron decomisados en la frontera”. Los equivalentes en México serían desfile por parada; secretaría por departamento; billón por trillón; solicitar por aplicar; beneficiario por elegible; alfombra por carpeta; urgencias por emergencias y CD por CDs.

El Gobierno de Estados Unidos conoce de la importancia del español, por ello se asesora con organizaciones como la ANLE para mantener un contacto adecuado con la comunidad hispana. Así, en los nombres de las entidades gubernamentales usa el criterio de selección de vocabulario y se rige por la mayor correlación directa posible con el inglés, pero procurando que toda la comunidad que habla español lo entienda. Por ejemplo, la palabra “droga” tiene la connotación de “medicamento” en Food and Drug Administration, y no se traduce como “Administración de Drogas y Alimentos” sino como “Administración de Alimentos y Medicamentos”. Pero en el caso de la DEA (Drug Enforcement Administration) sí aplica como tal la palabra y su traducción es Administración para el Control de Drogas.

Derivado de un estadounidismos en inglés, la palabra America (en este caso sin acento) equivale a “Estados Unidos”, y es el nombre abreviado que utilizan para referirse a su nación, por lo tanto, su uso interno es correcto, pero fuera de ahí “América” (ahora sí con acento) equivale a todo el continente y no a un solo país. Por ello frases como God Bless America!; The American dream!; I'm from America!; Captain America, deben de ser traducidas (o en su caso entendidas) como ¡Dios bendiga a Estados Unidos!; ¡el sueño estadounidense!; ¡vengo de Estados Unidos!; Capitán Estados Unidos.

Le recomiendo visitar la página electrónica de la Academia Norteamericana de la Lengua Española: www.anle.us.

Twitter: @gerardocejag

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