martes, 24 de septiembre de 2013

El guion



Existen tres categorías de signos ortográficos y se agrupan en diacríticos, de puntuación y auxiliares. Los signos auxiliares son un grupo especial de figuras que contribuyen a la correcta lectura e interpretación de los textos. El guion es uno de los llamados signos auxiliares cuya forma es una pequeña línea horizontal (-). En teoría, el guion debe de ser dos veces más pequeño que el signo menos (-) y cuatro veces menor que la raya (–), sin embargo los dos primeros, al menos en los programas de Word, no son diferentes. Por cierto, en ese mismo software la raya no se encuentra en el teclado sino que se inserta con Atl + 0150.

Entre las funciones más conocidas de este pequeño pero importante signo, está la de dividir la palabra al final del renglón, muy socorrido en las antiguas máquinas de escribir, sin embargo actualmente con los programas de computadora es poco frecuente hacerlo. A pesar de lo anterior si se llega a dividir una palabra al final de un renglón se recomienda evitar que coincidan con voces malsonantes como especta-/culos, dis-/putas, pedo-/filia. Otro uso muy conocido es el de separar por sílabas: es-pe-ra.

El guion tiene la capacidad de separar palabras, pero también nos sirve para unirlas: Congreso de la Lengua Árabe-Española, Cámara México-Americana de Comercio.

En relación con dos adjetivos que modifican a un mismo sustantivo, es necesario usar el guion: curso teórico-práctico, literatura infantil-juvenil, conflicto árabe-israelí; en estos casos cada palabra conserva su acento gráfico. Sin embargo, las Academias marcan que si un adjetivo en forma modificada termina en –o puede ser susceptible de unirse sin guion: maxiliar-facial / maxilofacial, bucal-dental / bucodental, cervical-uterino / cervicouterino, lectura-escritura / lectoescritura.

Existen palabras llamadas prototípicas que se forman con la yuxtaposición de dos sustantivos y por ser de uso generalizado no requieren del guion: camión cisterna, sofá cama, hombre rana, coche bomba, comida chatarra, perro guía. Sin embargo, ciertas yuxtaposiciones ocasionales necesitan del guion: hombre-camión, bici-carril. Cuando llegan a ser de uso común el guion puede eliminarse.

En las voces onomatopéyicas solo se admite el guion cuando representan un sonido repetido: “Solo se escuchaba ta-ta-ta-ta, pero no sabía de dónde venían los disparos”. “Tan-tan-tan, sonaban las campanas del pueblo”.

Los prefijos siempre van unidos a las palabras que afectan, sin embargo hay casos en que se necesita del guion porque inician con mayúscula: anti-Obama, mini-PC, pro-Calderón.  

Por cierto, en la última “Ortografía de la lengua española” (2010) se determinó que la palabra guion, al igual que otra serie de vocablos, es monosílaba y por ello deberá escribirse sin acento.

Twitter: @gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx/

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