Hace no menos de 20 años, la
forma más usada para comunicarnos a distancia era el teléfono fijo, el
telégrafo y el correo tradicional. Después de que el teléfono se volviera móvil,
el telégrafo cambiara a SMS y el correo se hiciera electrónico, los hábitos se
modificaron vertiginosamente, entre ellos la manera de escribir.
El posterior desarrollo de las
redes sociales permitió que las distancias se acortaran mucho más y la
información fuera casi en tiempo real. Miles de personas se comunican a través
de Facebook y Twitter, mandan archivos o comparten información. Algunas veces
han servido para generar movimientos sociales con repercusiones importantes.
Actualmente en las redes
sociales se escribe más pero con poca calidad: faltas de ortografía, sintaxis
inexacta, excesivo uso de abreviaturas y la utilización fonética de letras por
palabras. Todo ello criticable desde el punto de vista lingüístico; sin
embargo, las personas se entienden y pueden comunicarse, además existe la
libertad de hacerlo como mejor les parezca, pues no hay ley que se los impida.
Lo importante es que esas fallas
gramaticales en el ciberespacio no traspasen a las actividades cotidianas, como
la escuela o el trabajo, porque ahí sí puede afectarles. De cualquier modo, es
recomendable intentar apegarse, en lo posible, a la buena redacción. Facebook,
Twitter y la mayoría de los correos electrónicos tienen un corrector
ortosintáctico incluido en sus espacios para publicar, es una herramienta útil
que muy pocas personas aprovechan o le hacen caso. Sugeriría tomar en cuenta
las advertencias antes de mandar la información, ello sería un buen inicio para
comenzar a escribir bien.
Por cierto, de acuerdo con el
Instituto Cervantes, el español es la segunda lengua más utilizada en Facebook
y Twitter.
Twitter: @gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx
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