En México hablamos
español, también en Centroamérica y casi en toda Sudamérica, con excepción de
Brasil. Aunque el origen de nuestro idioma es el mismo, cada país del
continente americano se caracteriza por su modo de hablar. El acento de nuestra
lengua varía de acuerdo a cada nación, y a veces nos preguntamos por qué, si la
cuna es la misma: España.
Vayamos al viejo
reino de Castilla, origen del idioma. Estamos en el siglo XIII, Alfonso X
establece la escritura del castellano conforme a la norma toledana, la cual
tuvo dos grandes influencias dialectales: el andaluz y el castellano viejo.
A pesar del esfuerzo
por consolidar un español nivelado en la península Ibérica, aún existían muchos
resabios del lenguaje en algunas ciudades en el siglo XV. Recordemos que la
educación era limitada a ciertos sectores sociales.
Con la oleada de
aventureros, militares y comerciantes que arribaron a América, y que procedían
de diferentes regiones de España, llegaron también las costumbres y el acento
particular de cada región. Se habla de que el 60 por ciento de los colonos que
se trasladó a las Antillas era andaluz, y más de la mitad procedían de Sevilla.
Migraciones subsiguientes procedieron de Castilla la Vieja , Toledo y Extremadura,
que trajeron a América otros dialectos que coexistieron con el andaluz y el
español nivelado.
Los primero
conquistadores que salieron de Cuba hacia la Nueva España , el 30 %
eran andaluces, el 20 % de Castilla y el 13 % extremeños. Las zonas de
intercambio comercial, como el Caribe y Veracruz fueron áreas de influencia de
Sevilla.
Donde se hablaba un
español nivelado era en la zona de influencia cortesana: la ciudad de México y
Lima, sedes de los virreinatos. En otras regiones de América se asentaron grupos
de españoles, que por su ubicación geográfica mantenían características
conservadoras o arcaizantes por no tener contacto con comerciantes ni
cortesanos.
Hasta nuestros días,
algunos pueblos conservan el vos, el sois y el estáis, entre otros, características
fonéticas que en México ya están en desuso.
Twitter:
@gerardocejag
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