El diccionario en línea de la Real
Academia Española define la palabra “vicio”, entre otras
acepciones, como: “Defecto o exceso que como propiedad o costumbre tienen
algunas personas, o que es común a una colectividad”. Los vicios en el
lenguaje, ya sea hablado o escrito, de deben básicamente a la costumbre de
repetir lo que escuchamos sin reflexionar en el significado de las palabras.
Se conoce como pleonasmo a la redundancia de palabras. Este vicio del
lenguaje consiste en agregar dos o más palabras de igual sentido en una misma
frase u oración:
Súbete para arriba.
Bájate para abajo.
Métete para dentro.
Salte para afuera.
Subir, bajar, meterse y salir son palabras que, semánticamente, tienen
una carga en la que está implícito el arriba, el abajo, el dentro y el afuera.
Existe un pleonasmo clásico conformado por las conjunciones
adversativas: mas, pero y sin embargo. La combinación de dos o más de estos
elementos es un recurrente error en algunas personas, por ello deben de
evitarse el “mas sin embargo”, “pero sin embargo” o “pero mas sin embargo”
aunque se escuche “muy sofisticado”. Recordemos que “mas” cuando no lleva
acento equivale a “pero”.
Aunque en términos estrictamente semánticos la frase: ¡Lo vi con mis
propios ojos!, puede considerarse un pleonasmo, las Academias de la Lengua Española la aceptan y
explican que su construcción le da más fuerza a la expresión.
Los medios de comunicación no escapan a estos vicios:
Golpeó a puñetazos a su mujer.
El cadáver fue encontrado muerto en el interior de su auto.
El muerto yacía sin vida sobre el asfalto.
Fueron rescatados los muertos que fallecieron al derrumbarse el
edificio.
El occiso, fulano de tal, murió calcinado.
Murió asesinado.
Metió autogol en su propia portería.
Fuegos pirotécnicos.
Estas son sus obras póstumas, para publicar después de su muerte.
La cuestión del desarme no se arreglará antes de un lustro completo de
cinco años.
Con los antibióticos se cree haber descubierto la panacea universal
que cura todos los males.
Otro vicio que
tenemos en el lenguaje es la muletilla, esa voz o frase que se repite mucho por
hábito en un interlocutor:
Me explico.
Me entiendes.
Aja.
Los vicios son superables, solo es cuestión de reflexionar antes de
hablar.
Twitter: @gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx/
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