En primer lugar, ¿cuál es la diferencia entre
español y castellano?, la respuesta es ninguna. Porque ambos términos definen
a la misma lengua que hablamos los latinoamericanos y españoles. En España,
además del español, existen otras lenguas como el vasco, el catalán, el
valenciano y el gallego (por nombrar algunas) que son comunidades autónomas.
Así pues, estos hablantes bilingües prefieren el término castellano al de
español por cuestiones de identidad.
Los orígenes del idioma español son remotos.
Los iberos, celtas y fenicios fueron los primeros pobladores de lo que hoy
conocemos como la península Ibérica. La cultura y lengua de esos y otros
pueblos se comenzaron a mezclar, pero cuando en realidad se dio una unidad
lingüística fue con la llegada de los romanos. Roma inició la conquista en esta
parte del mundo en el año 206
a . n e. y el mayor aporte que recibieron los
conquistados fue la lengua romana.
El latín, influenciado en parte por el
griego, se convirtió, propiamente dicho, en el idioma universal. Como en toda
buena familia, existieron dos clases de latín: el culto y el vulgar. El primero
era usado por los escritores y gente preparada; el vulgar era hablado por el
pueblo y fue el que se impuso en todas las colonias. Así pues, el latín vulgar
iba adquiriendo diferentes matices de expresión debido a la época y lugar de la
conquista, la lejanía de la
Metrópoli , etcétera. Con la caída del Imperio romano (siglo
V) y la invasión de otros pueblos como los germanos, visigodos y árabes, el
latín vulgar derivó en lo que llamamos lenguas romances, románicas o
neolatinas, y acabó con el latín clásico, que hoy día está considerado una
lengua muerta.
Después del desmoronamiento de Roma, se
sucedieron una larga serie de luchas entre varios pueblos. Los invasores más
fuertes lograron establecerse y consolidar su poder, dando paso a pequeños
reinos, que con el tiempo fueron formando alianzas entre ellos, ya sea por
uniones matrimoniales o conquistas.
Castilla, un pequeño reino de la región de
España, reinició la reconquista contra los árabes o moros. Fue adquiriendo
poder político, económico y militar que se extendió al sur, este y oeste,
sometiendo a otras monarquías y con el dominio consolidado impuso su dialecto
en la península Ibérica. De esta forma, el castellano adquiere la calidad de
lengua en el siglo XIII, con Alfonso X el Sabio; y en el siglo XV era ya
considerada el idioma de España.
En 1713, nace la Real Academia
Española, la cual enmienda la antigua definición de castellano que decía:
“Idioma castellano, lengua nacional de España” por “Español, lengua española”.
El –ismo es un sufijo con el que formamos los
mexicanismos, peruanismo colombianismos españolismos…, estos términos nos
sirven para identificar palabras propias que se usan en determinado país, muy
diferentes a los regionalismos que son vocablos más locales. Hace poco las
Academias de la Lengua
aceptaron estadounidismo porque en ese país la lengua española ha ganado mucho
peso. Un ejemplo de estadounidismo es “emergencias” que en México usamos como
“urgencias” en los hospitales. También “departamento”, que en nuestro país
equivale a “secretaría”. En naciones centroamericanas son los “departamentos”
lo que para nosotros son los “estados”.
Twitter: @gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx/
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