Uno de los principales problemas que se nos
presenta al redactar un texto es la colocación del acento en las palabras.
Quien no conoce las reglas de acentuación intenta evitar este contratiempo
redactando todo su trabajo con letras mayúsculas, sin embargo, de poco le sirve
porque en las capitulares también es obligado poner la tilde.
El acento prosódico es la alteración fónica de
la palabra en una de sus sílabas (la cual se denomina sílaba tónica). En el
lenguaje hablado la identificamos con el énfasis al pronunciarla. Pero en la
escritura lo hacemos con la presencia o ausencia de la tilde, es decir la
“rayita” (que en términos generales también se le considera una virgulilla). Este
pequeño signo nos permite definir la pronunciación y el significado de los vocablos.
Por ejemplo, las palabras «hábito», «habito» y «habitó» gráficamente se
escriben igual, sin embargo, la tilde les da significados diferentes.
Para empezar debemos saber separar
silábicamente las palabras, esto con el fin de identificar la sílaba tónica que
es donde cae la mayor fuerza de la voz. Por ejemplo «ratón» es una palabra de
dos sílabas (ra-tón) y la sílaba tónica es -tón.
Las palabras las clasificamos dependiendo de donde
se ubique la sílaba tónica. En las agudas se encuentra en la última sílaba: cartón,
dintel, futbol; en las graves, en la penúltima: lápiz, colcha, López; en las
esdrújulas, en la antepenúltima: petróleo, águila, horóscopo; y en las sobresdrújulas,
una antes de la antepenúltima: déjamelo, tómatelo, llévatelo.
Las reglas de acentuación establecen que las
palabras agudas llevan tilde cuando terminen en -n, -s o vocal: camión, Cortés,
comité; pero cuando no cumplen con lo anterior se omite: total, Cortez, captar.
En las graves digamos que la regla se
invierte; se acentúan gráficamente siempre y cuando no terminan en -n, -s o
vocal: árbol, ángel, tórax; y se escriben sin tilde, por ejemplo, margen, latas,
toro.
Como se habrá dado cuenta, en las palabras
agudas y graves no en todos los casos aparece la tilde, pero sí en las
esdrújulas y sobresdrújulas. Entonces recordemos que estas dos últimas siempre
llevan acento gráfico.
Tomemos como referencia que el lenguaje fue
primero hablado y después escrito, entonces la acentuación tiene un carácter fónico,
por ello debemos considerar este aspecto para acentuar correctamente. En México
decimos «futbol» por lo cual es una palabra aguda y se escribe sin tilde, ya
que terminar en “ele”; pero los argentinos la pronuncian «fútbol» como grave,
así que ellos la acentúan de acuerdo con la regla. En nuestro país es «mira»
sin acento gráfico en la -i por ser una palabra grave terminada en vocal, sin
embargo en Argentina se escribe «mirá» y la acentúa porque es aguda.
Las reglas de acentuación establecen que las
palabras monosílabas no debe tildarse: sol, fe, dios, fui, vi, vio, dio…, sin embargo hay
una excepción para estos casos que es el acento diacrítico, el cual se usa para
diferenciar palabras de igual escritura pero con distinto significado: «él»
equivale a un pronombre y «el» a un artículo determinado. Para mayor
información sobre los diacríticos puede visitar mi blog y ver el artículo
publicado sobre este tema el 16 de abril.
Sería imposible poder definir y explicar en
este espacio todas las características del acento prosódico, pero siempre es
bueno empezar con lo básico.
Recuerde que el acento puede cambiar el
significado de una palabra y el sentido que deseamos darle a nuestra oración, por
ello no es lo mismo decir «Estudio ingles para mejorar mis condiciones de vida»
que «Estudio inglés para mejorar mis condiciones de vida».
Twitter: @gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx/
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