El próximo viernes 10 de mayo se celebra en
México el Día de las Madres. La mayoría de las naciones tienen un día para
halagarlas pero varía la fecha, por ejemplo en Estados Unidos es el segundo
domingo de mayo. Sin duda, las mamás son los seres con más virtudes en este
planeta y la mezcla de mujer y madre las vuelve una figura mítica, de ahí que, desde
hace muchos siglos, los pueblos antiguos la celebren con grado de deidad.
En nuestro país una madre es sagrada por el
simple hecho de darnos la vida, pero también porque podrían morir por defender
a sus hijos, trabajar sin descanso para sacar adelante a la familia y ser el
centro del núcleo familiar. Por eso, el peor insulto que puede recibir
cualquier mexicano es la “mentada de madre”.
“Chinga tu madre” es una frase que cala a
quien la recibe porque convierte a su madre en una prostituta y a él en un hijo
de la chingada. “Con mi madre no te metas, cabr…” y comienza la bronca por
defender el honor, pasando a segundo término el incidente que provocó la
mentada. Por lo regular a los hombres les hiere más la mentada que a las
mujeres.
Sin embargo, la palabra “madre” se suele usar
para señalar o expresar cosas negativas: “valer madre (poco)”, “estar hasta la
madre (harto)”, “madriza (golpiza)”, “ir hasta la madre (llenísimo)”, “correr a
madres (rapidísimo)”, “partirse la madre (golpearse severamente o morir)”,
“¿qué madres (cosa) es esto?”, “está madreado (descompuesto o inservible)”, “un
desmadre (gran desorden)”, “darle en la madre (descomponerlo, golpear a
alguien)”, “no importa madres (nada o muy poco)”, “ni madres (nada)”. Por ahí
podemos encontrar una frase positiva: “a toda madre (muy a gusto)”.
La “madre”, de los ejemplos citados en el
párrafo anterior, es una palabra polivalente sin relación con el vocablo
original. Entender por qué usamos la palabra “madre” de esas formas no resulta
fácil, pues no hay una lógica semántica. Su uso ha pasado de generación en
generación de manera verbal por lo que podemos hablar de sincronismo al no
poder rastrear su origen.
Su uso es tan constante que se ha vuelto una
costumbre. Si ponemos atención escucharemos frecuentemente charlas aderezadas
con muchas “madres”, tanto en adultos como en niños y jóvenes, estos dos
últimos las suelen usarla por dos razones: la primera por la pobreza de
vocabulario de los adultos quienes los acostumbran a hablar así; la segunda, como
una forma de libertad, de sentirse adultos y expresarse como los “grandes”
frente a los imberbes.
“Madre solo hay una” dice una frase y es
verdad.
Twitter: @gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx/
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