Han pasado
ya más de quince días desde que el huracán Odile impactó en el sur de la
península de Baja California. Este meteoro causó importantes daños a la
infraestructura de los cinco municipios de Baja California Sur y, además,
desnudó la condición social y humana de algunas personas.
El fenómeno
de los saqueos y el robo por parte de grupos de inadaptados después de la
emergencia, deterioró significativamente la imagen de Los Cabos. La moral y los
principios se han subordinado al poder y el dinero, en otras palabras, se han
pervertido.
También el
destructivo huracán me permitió observar la utilización inapropiadas de dos
palabras por parte de los medios de comunicación electrónicos e impresos: el
uso de comillas o cursivas en el nombre del meteoro y el verbo “evacuar”.
Desde el año
2011, las Academias de la
Lengua establecieron que no es necesario escribir el nombre
de los huracanes en cursivas o entre comillas. Así pues, lo recomendable es «El
huracán Odile no destruyó la voluntad de los sudcalifornianos» y no «El huracán
“Odile” no destruyó la voluntad de los sudcalifornianos».
También es
conveniente precisar que el nombre que acompaña a los fenómenos atmosféricos
nunca se escribe con mayúscula por ser común. Por ello, deben de evitarse
oraciones como «Pedirán diputados más recursos por las afectaciones del Huracán
“Odile”» o «La Tormenta Tropical
“Rachel” no afectará a Baja California Sur». Lo correcto sería «Pedirán
diputados más recursos por las afectaciones del huracán Odile», «La tormenta
tropical Rachel no afectará a Baja California Sur».
Cabe
destacar que la gran mayoría de los medios informativos nacionales expresaron
correctamente el nombre de nuestro estado, ya que antes en sus enlaces resultaba
común la omisión del sustantivo “Sur”. Lástima que tuvieran que aprenderlo
debido a una catástrofe.
Una de las
palabras que más se usó (y abusó) recién terminaba de pasar Odile por la media
península, fue “evacuar”. El diccionario de la lengua española de la RAE define “evacuar” como «1.
tr. Desocupar algo. 2. tr. Desalojar a los habitantes de un lugar para
evitarles algún daño. 3. tr. Dicho de un ser orgánico: Expeler excrementos u
otras secreciones».
Así pues,
encontramos frases como «Miles de extranjeros están evacuando Los Cabos», «Las
autoridades evacuaron a los turistas», «Piden a la gente evacuar las colonias
por falta de servicios», «Muchas personas evacuaron el lugar debido al desastre».
En los casos
anteriores, “evacuar” se usa como sinónimo de “desalojar”, y aunque en el habla
cotidiana es común y entendible, en los medios de comunicación se recomienda utilizarlo
en su más pura acepción para evitar malos entendidos escatológicos.
Si cuando se
va al baño se evacuan los intestinos, entonces hubiera sido mejor haber
escrito: «Miles de extranjeros abandonan Los Cabos», «Las autoridades
desalojaron a los turistas», «Piden a la gente salir de las colonias por falta
de servicios», «El lugar fue evacuado debido al desastre».
Eso mismo entendió
el general Villa cuando un oficial le dijo: “Mi general, la tropa está
evacuando Piedras Negras”, a lo que el Centauro del Norte respondió: “Ah,
chingao, ¿pos que comieron?
Twitter:
@gerardocejag
http://cuestiondeestilobcs.blogspot.mx/
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